Cáncer

Uruguay combate al cáncer con política antitabaco, estudios de detección precoz y financiación de tratamientos

Con 15.000 casos diagnosticados y el fallecimiento de 8.000 personas por año, el cáncer ocupa el segundo lugar entre las enfermedades no transmisibles en Uruguay, detrás de las cardiovasculares. Ante ello, el ministro Jorge Basso destacó las prestaciones que facilitan la detección precoz del mal, el financiamiento de medicación de alto precio y las políticas antitabaco, que han creado nuevas generaciones de no fumadores.
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Las patologías asociadas al cáncer son la segunda causa de muerte en Uruguay, en el marco de las enfermedades no transmisibles, lo cual genera un mayor costo en la atención sanitaria en un país que destina a ese fin 9,2 % del producto interno bruto, equivalentes a unos 5.000 millones de dólares. Por año se registran unos 15.000 nuevos casos y fallecen 8.000 pacientes.

En cuanto a la incidencia por sexo, en primer lugar están los hombres, con cáncer vinculado a la próstata, el pulmón y el colon, mientras que en la mujer prevalece la patología mamaria.

En el marco de su ponencia en el Foro Regional “C/Can 2025: Financiando Soluciones Sostenibles para el Control del Cáncer en América Latina”, Basso recordó que en Uruguay se incorporó en forma obligatoria el estudio de mamografía en el carné de salud de las mujeres mayores de 40 años, lo cual permite el diagnóstico precoz y evita los estadíos avanzados de la enfermedad.

El ministro de Salud Pública agregó que también se dispone de estudios, como screening, tamizajes y controles preventivos, como la mamografía, la prueba de Papanicolau y la búsqueda de sangre en materia fecal. Indicó, además, que se registra una estabilidad en cuanto a las tendencias del cáncer a lo largo del tiempo en ambos sexos.

Respecto del financiamiento en el tratamiento de la enfermedad, Basso precisó que, además de las cápitas (cuota) que el Fondo Nacional de Salud otorga a los prestadores por cada usuario (unos 100 dólares promedio), en el caso del tratamiento del cáncer existe un reaseguro a través del Fondo Nacional de Recursos (FNR), que financia con ocho dólares de los 100 todas las prestaciones de alto precio (procedimientos y medicamentos.

Las áreas de intervención vinculadas a la morbimortalidad por cáncer se asocian a la prevención primaria, con especial énfasis en la atención del cáncer de cuello uterino, colo-rectal, de piel y los tabacodependientes.

Uruguay hizo una fuerte campaña para mermar la población fumadora con políticas lideradas por el presidente Tabaré Vázquez, que permitieron pasar en menos de 10 años de una incidencia de 32 % de los 3,4 millones de habitantes a 20 %. En el caso de los más jóvenes la incidencia es del 8 %. “Estamos creando nuevas generaciones de uruguayos no fumadores”, recalcó Basso.

Posteriormente se refirió al Programa Nacional de Control del Cáncer para lo que es la prevención primaria a través de una campaña de disminución del consumo de tabaco y alimentación saludable, así como el tratamiento oportuno y cuidados paliativos.

Destacó la incorporación de la vacuna contra el virus del papiloma humano (HPV), no obligatoria pero sin costo, para niñas adolescentes. Insistió en la importancia de evitar el consumo de tabaco y el consumo problemático de alcohol, así como la promoción de la actividad física.

Utilidad de informática y estadísticas
En otro orden, Basso destacó los avances alcanzados en los sistemas de información y registro, sobre todo en lo que es la historia clínica electrónica nacional y la oncológica específicamente.

“Es imposible gestionar al sector salud sin un potente sistema de información que permita el seguimiento a tiempo real de la calidad asistencial y del gasto, dos componentes sustantivos que debe administrar cualquier rectoría hoy en el sistema de salud”, agregó.

Además, se incorporaron nuevos estudios y tratamientos que demostraron clínicamente un significativo resultado en términos de costo-efectividad y se desarrolló una fuerte investigación oncológica con especial foco en el trabajo con la academia.

Otras de las medidas positivas es el trabajo en conjunto con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en la negociación de precios de medicamentos, lo cual permitió disminuir los costos que, en caso contrario, serían inaccesibles para el país. También se trabaja con la Suprema Corte de Justicia en procura de mitigar el impacto de la judicialización se la salud.

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